lunes, 7 de febrero de 2011

¿Empleado o Empresario? Es una cuestión de Actitud

Tal vez a ustedes les pase como a mi que cada vez escuchan a más gente en una disyuntiva entre ser empleado o ser empresario, no sé si es un tema país, un tema generacional, u otras razones. Sin embargo en este post no voy a hablar de cual es la mejor decisión porque la verdad pienso que lo mejor es hacer lo que realmente te apasiona, y eso no sólo lo puedes encontrar emprendiendo sino también en la empresa donde trabajas, si tu sabes lo que quieres en la vida, sabrás cuál de estos dos caminos tomar. Lo que si me gustaría compartir con ustedes es mi visión con respecto al tema de la actitud y lo fundamental que es para ejercer el rol que decidas. Con esto me refiero a que puedes ser empleado con mente de empresario, y empresario con mente de empleado, así que creo que es el momento de definir qué significa “mente de empleado y de empresario”. Para mi esto se resume a un :creer o no creer en ti. Y es que cuando eres empleado con mente de empresario, crees en ti, en lo valioso que eres y sabes cuál es tu propuesta de valor y las razones por las que quienes te rodean te percibirán también valioso. Cuando esto sucede cambia por completo tu forma de trabajar y no se reduce a una descripción de cargo, sino que sabes cómo utilizar todo tu potencial, diferenciarte y ser reconocido por esto. Mientras que cuando tienes mente de empleado, tan sólo te dedicas a hacer lo “ordinario”, entendiendo esto como hacer lo que está dentro del “orden”, lo común, siguiendo sólo las tareas que aparecen en la descripción de tu cargo. Pero ponte a pensar cuántas personas podrían también hacer todas estas tareas, así que es el momento de comenzar a indagar, a preguntarte y validar: ¿qué es eso que te hace único y valioso?, cuando lo descubras y comiences a “hacer más” a salirte de tu círculo de confort y a hacer lo “extraordinario” en ese momento serás el dueño de tu producto: YO, C.A, serás un empresario!